domingo, 7 de abril de 2013

LLEGADA A MILAN: CENACOLO - DUOMO - NAVIGLI

Nuestro vuelo de Lufthansa salió de Barajas a las 9.35, y en 2 horas clavaditas aterrizábamos en Milan Malpensa. El vuelo fue bien, nos dieron de desayunar un zumo, un sándwich, unas galletas y unas pastas. Fuimos a recoger nuestras maletas, que aparecieron en perfecto estado, envueltas en el film de plástico “casero”. Y para fuera a buscar el bus hacia Milán. No tiene pérdida, se ve bien tanto las “taquillas” para comprar el billete como el bus en la calle. Y en una hora estábamos en Milán. El autobús te deja en el lateral de la estación central, no en la plaza principal. 


 De allí nos dirigimos al Hotel Nettuno, en la calle Alessandro Tadino, 27. Se encuentra a 15 minutos caminando de la estación central. La parada de metro Lima está a 2 minutos. Es un hotel muy sencillo pero económico, y para dormir y ducharse suficiente. A gente mas tiquismiquis le puede parecer algo cutre, pero estaba muy limpio y era cómodo, que para mi es lo importante. Lo reservé a través de Booking por 50€ la noche.
Dejamos las maletas y salimos a buscar un sitio para comer. No nos apetecía dar mucha vuelta porque a mi esos 10 minutos con la maleta desde la estación me habían reventado, puffff. Así que vimos un Burger King y no nos complicamos mas, ahí entramos. Volvimos al hotel para descansar un poquillo y a las 4 nos marchamos porque teníamos cita a las 5 para el Cenacolo. Nos dirigimos a la estación de metro Lima, compramos el bono de 48 horas por 5,5€ cada uno. Nos bajamos en Conziliacione, 8 paradas. Llegamos muy bien de tiempo, asi que entramos a ver la Catedral Santa Maria Delle Grazie antes.



Diez minutos antes de la visita, ya nos dirigimos hacia la entrada al Cenacolo. Entramos un grupo de 20 personas, y te dejan unos 15 minutos. Yo no soy muy amante de la pintura, pero la verdad que merece la pena verlo. No dejan ni fotografiar, ni grabar.
Al salir cogimos un tranvía y nos dirigimos al Duomo. Esto si que es IMPRESIONANTE. De quedarte con la boca abierta, uffff Que cosa mas bonita. Milán no tiene tantas cosas que ver comparado con otras ciudades, pero ya solo con ver el Duomo es suficiente.


Para entrar, nada de tirantes ni pantalones cortos… Esto se va a repetir bastante…
Entramos y dimos una vueltecilla rápida, para dirigirnos al ascensor para subir a su tejado. Es increíble lo grande que es, lo bonito y las vistas que se tienen de la ciudad (y eso que era por la tarde y había como nieblina). De verdad que merece la pena subir para verlo en detalle.



Al bajar, entramos a la Galeria Vittorio Emanuele buscando el toro para pisar sus partes nobles, ya que dicen que da buena suerte. Así lo hicimos los dos, dando un giro de 360º. Salimos de nuevo por la entrada que da al Duomo, mañana la veriamos mas detenidamente, y nos dirigimos por la Via Torino hasta Corso di Porta Ticinese. Por el camino tiendas, tiendas y mas tiendas. Y la Basilica y Columnas de San Lorenzo.

Nos merendamos un crepe de Nutella, que a decir que no tenía nada que ver con los de Paris (esos si que estaban de muerteeeeee) Llegamos a la zona Navigli, y nos recorrimos el canal de la Ripa di Porta Ticinese. ¡¡Menudo ambientazo!! 


Zona ideal para tomar algo y cenar, lo que pasa que no teníamos mucho hambre y no nos quedamos por allí. Cogimos el metro en Porta Genova hasta la Estacion Central y allí cenamos en la esquina de la Plaza con Via Vitruvio, en un restaurante con terraza, donde se estaba de lujo, Caffe’Panzera. Y ya para el Hotel dando un paseito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario