DE REGRESO A CASA, PARADA EN BURDEOS

A las 7.30 sonó el despertador, pero no para seguir nuestras visitas por Paris no, era para irnos. Ufff, que mal... Cogimos nuestras pertenencias, llamamos al dueño del apartamento, echó un vistazo a todo, nos devolvió la fianza y nos ayudó a bajar las cosas al coche. Nos despedimos de él y nos pusimos en marcha. ¡¡Encantados de conocerte Mr. Baur!! 

Bueno, para animarme pensé que todavía no acababan nuestras vacaciones y nos quedaba por conocer Burdeos, muy de pasada, pero bueno, algo es algo. Paramos de camino en una de las tantas y buenas areas de servicio de la autopista de peaje para echar combustible y comernos unos bocatas. Se estaba de maravilla, en una mesa a la sombra de los árboles. Y sobre las 15.30 llegamos a Burdeos, gracias a nuestro GPS de nuevo hasta la puerta del Hotel sin ningún contratiempo. Nos instalamos, descansamos un poco del viaje y sobre las 17.00 salimos a dar una vuelta por la ciudad a conocer lo que nos diera tiempo.

 

Dimos una vuelta por la zona centro, pero estabamos mas cansados que nada y no disfrutamos mucho de lo que íbamos viendo, la verdad sea dicha. De camino de vuelta al hotel, entramos en un centro comercial a comprar pan para cenar tranquilamente en la habitación del hotel, que mañana nos esperaba la última tirada. 

A las 7.30 de la mañana sonaría el despertador nuevamente, para ponernos en marcha definitivamente. 
Este ha sido un viaje para no olvidar, disfrutamos cada día como si fuera el último. Encantada estoy de haberlo compartido con todos vosotros.